Se trata de la segunda infección más frecuente en nuestro país y su incidencia es mayor en mujeres. Se estima que cuatro de cada diez mujeres padecen algún episodio de cistitis a lo largo de su vida. Los casos aumentan durante la época fértil de la mujer y se incrementan ligeramente en la menopausia, a causa de las modificaciones que sufre su flora vaginal.
Los síntomas de la cistitis no suelen ser muy graves, pero sí son molestos:
Los casos leves y puntuales de cistitis pueden curarse de forma espontánea o con un tratamiento antibiótico para evitar que la infección se extienda.
Sin embargo, en el caso de cistitis recurrentes la repetición de este tipo de tratamientos puede provocar la inmunización progresiva de las bacterias. Por este motivo, cada vez es más frecuente recurrir a nuevos métodos para prevenir este tipo de infecciones.
Un ejemplo es el arándano rojo americano, rico en proantocianidinas (PAC), su consumo ha demostrado su eficacia para disminuir la recurrencia de la cistitis, ya que tiene una función antiséptica y antibiótica con los gérmenes que la producen.
De hecho, este fruto dificulta la adherencia de las bacterias a la vejiga y a las vías urinarias, lo que nos ayudará a prevenir la proliferación de una nueva infección y también será muy beneficioso en el caso de estar tomando antibiótico ya que mejorará su eficacia.
Se recomienda tomar, de manera preventiva para las personas con infecciones recurrentes, durante un mínimo de 4 semanas y varias veces al año.
Ah… ¡y no te olvides de los arándanos!
Ante cualquier síntoma o duda, podéis consultarnos o visitar vuestro médico de cabecera.
