Las estrías aparecen en determinados momentos de la vida, como pueden ser la pubertad, el embarazo o cuando hay un cambio brusco de peso, tanto en hombres como en mujeres.
Los cambios hormonales y de peso producen una falta de elasticidad en la piel (debido a la falta de hidratación y nutrición), lo que provoca que se rompan las fibras elásticas de la piel y aparezcan las odiosas estrías.
Estrías de la pubertad: debidas a cambios hormonales o “estirones”.
Estrías de distensión: por aumento o pérdida de peso.
Atróficas: provocadas por estiramientos y rotura de fibras, sobre todo en deportistas.
Gravitatorias: durante el embarazo.
Las zonas más afectadas suelen ser vientre, caderas, glúteos, senos y muslos.
No aparecen de un día para otro, es un proceso muy lento, que normalmente empieza con un picor en la zona afectada.
Es muy importante hidratar la zona rápidamente al notar las primeras molestias. Debes darle enseguida agua a tu piel (con cremas untuosas y/o aceites) y, sobre todo, debes ser muy constante y no desanimarte.
Si la zona empieza a tomar un color rojizo, todavía podemos actuar y se pueden revertir las estrías, pero, si notamos rugosidad y se vuelven blancas, habremos llegado tarde, entonces solo podremos rebajarlas, por lo que es importante actuar rápidamente.
Por lo que hemos comentado, supongo que ya podréis intuir que la única manera de evitarlas es hidratando muchísimo la piel y bebiendo mucha agua. Dos pasos muy sencillos pero que, a veces, nos cuesta mucho hacer o lo hacemos cuando ya es tarde, por lo que debemos estar muy atentos y anticiparnos en momentos puntuales de nuestra vida, como el embarazo o la pérdida de peso.
No os queremos engañar, a partir del momento en que son blancas es muy complicado, ya solo podremos disimularlas, pues ya no hay circulación sanguínea en la zona.
Por otra parte, mientras son rojas debemos actuar a conciencia y sin desfallecer, para poder conseguirlo.
Es fundamental saber qué principios activos debe contener para que funcione de verdad.
Debe incluir ingredientes como retinoides (no si estas embarazada), aloe vera, mantequilla de coco, aceite de oliva, de almendra, de onagra, jojoba, argán y/o vitaminas.
Es importante primero exfoliar bien la zona a tratar, para activar la microcirculación y luego aplicar la crema. Si pueden ser dos veces al día mucho mejor, para obtener un mayor resultado final.
Si todavía tienes alguna duda o pregunta al respecto, recuerda que estamos a tu disposición.
